En busca de la ciudad antigua

Un siglo después de la conquista, en 1629, la Ciudad de México sufrió una indescriptible calamidad. Después de 36 horas de lluvia ininterrumpida, la capital de la Nueva España quedó sepultada bajo las aguas del Lago de Texcoco, permaneciendo así por espacio de 4 años. La inundación de 1629 fue considerada como una de las calamidades o plagas bíblicas, que provocó la ruina de sus habitantes y la destrucción de templos, palacios y de las casas del pueblo.

En este peculiar recorrido, te invitamos a caminar por la antigua Calle de Plateros y otros rincones para conocer algunos de los pocos testimonios que conserva nuestra ciudad de los primeros dos siglos del Virreinato.