Palacio de la Escuela de Medicina

Rendir honor y reconocimiento a quiénes aportaron su visión, estudios y conocimientos a favor de la medicina actual es obligación moral, actualmente hablamos de radiografías, electroencefalogramas, cirugía plástica, ataques al corazón, enfermedades de la piel, abortos, etc., pero, olvidamos a todos aquellos que estuvieron detrás de tan maravillosos hallazgos, la medicina es, en mi opinión, la más noble de las profesiones y de las más completas, la existencia de un museo de la medicina nos permite recordar y reconocer que no siempre fue tarea fácil la salud humana, recorrer cada una de las salas no lleva a un viaje por el tiempo donde experimentamos la risa, el temor, la sorpresa y el dolor de una práctica antigua en el campo de la medicina. Muy recomendable la visita, AUTORIDADES DE GOBIERNO: EL PUEBLO REQUIERE DE CULTURA Y NO DE BASURA POLÍTICA, INVIERTAN EN LOS MUSEOS Y DEJEN DE TIRAR DINERO QUE NO ES DE USTEDES PORQUE NO LO TRABAJAN.

Un magnífico uso para un Palacio de vergonzosa función inicial. En honor a la historia que le envuelve y al patrimonio que lega su calidad de construcción meritorio es conservarlo; aunque la esencia de lo que representó se revuelca en el negro sol de conductas humanas aberrantes.